Monstruos viejos… ¿terrores nuevos?

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¿Por qué siempre tenemos miedo a las mismas cosas?

Es curioso como Hollywood lo sabe, juega con nuestras mentes y una y otra vez nos trae las mismas criaturas remasterizadas o reinventadas para crear una nueva generación de miedosos o adictos al miedo dependiendo de qué lado del espectro estés.

A lo largo de una vida de ver incontables versiones nuevas, viejas, recontadas, remasterizadas, reinventadas, o extendidas con escenas nunca antes vistas y director’s-cut, he llegado a una conclusión que no puedo negar en mí y creo que coincidirán conmigo: Algo de eso se queda con nosotros; no importa lo viejos que seamos ahora o lo jóvenes que éramos cuando las vimos por primera vez. They stay with us.


En el 2016, el filme “Shin Godzilla” trajo una vez más a la pantalla grande al legendario dinosaurio prehistórico mutante, para probar de una vez por todas que señoras y señores una verdad irrefutable que debemos aceptar nos guste o no: El tamaño SI importa… especialmente si hablamos de una lagartija gigante que deambula errante por una ciudad y que escupe rayos láser.

Los extraterrestres por otra parte nunca dejan de estar de moda porque, ¿Qué puede ser más emocionante y esperanzador que saber que no estamos solos en el universo? y ¿Qué puede ser más aterrador que saber que nuestra única compañía son seres malvados que nos cazan, torturan o nos vuelven sus conejillos de indias? En la última década “Prometheus” y “El cuarto contacto” han creado pesadillas nuevas en quienes no vieron la “Alien” original o “Encuentros cercanos del tercer tipo”. Series como “The X Files” nos mostraron un lado del misterio alien que muchos deseábamos explorar y abrieron camino para que “Stranger Things” nos maraville con sus universos paralelos.

Mientras que los jóvenes se dejan seducir por un grupo de vampiros reinventados que brillan y están más interesados en tener romances pederastas que en beber sangre… hay quienes aún prefieren ser hipnotizadas por los ojos en blanco y negro de Bela Lugosi, mientras que otro sector que no es de tan antes ni de tan después, contempla maravillado y aterrorizado a una legión de vampiros que devora Nueva York en “The Strain” o caen rendidos ante un magistral e inolvidable Gary Oldman que, tras su interpretación del príncipe Vlad en “Dracula”, hizo de la frase “me asusta pero me gusta” su propio slogan.

Estoy convencida de que esas escenas y temores se quedan con nosotros. Escenas como el paso de la araña en “El Exorcista” permanecen en la memoria de mi madre y tíos que en el 73 vieron la cinta original en su estreno en el cine y que cada vez que me descubren viéndola huyen sigilosamente de la habitación encontrando siempre “algo importante que hacer” en otra habitación. “El Resplandor”, sigue siendo visualmente hermosa y aterradora a pesar de sus 37 años de edad.

Probablemente, al paso del tiempo, lo mismo suceda con las cintas de la última década como “El Exorcismo de Emily Rose”, “El Orfanato”, “Los otros”, “El espinazo del diablo”, “Sexto sentido” (aunque digas que si, no viste venir ese final, no mientas) y el último hit fuerte que se quedó en la memoria de la gente, “El conjuro” que se ha llevado un especial reconocimiento y que siempre nos dará miedo porque está “basada en una historia real”.

George Romero nos mostró “La Noche de los Muertos Vivientes” y desde ahí todos aprendimos que a veces eso que creímos muerto regresa para aterrorizarnos una noche cualquiera y convertirnos en la misma monstruosidad que tememos. “The Walking Dead” nos ejemplifica lo realmente aterrador de un mundo plagado por seres sin alma, ni conciencia, y dispuestos a todo con tal de seguir adelante mientras sobreviven en un mundo lleno de muertos hambrientos. De una forma u otra nos muestra que lo verdaderamente repulsivo es en lo que nos convertimos mientras nos morimos.

Series como “Slasher” (que nos tiene en suspenso mientras se decide o no a hacer una segunda temporada) hace honor a los viejos asesinos y nos muestra esas vueltas de tuerca en la historia que nos llevan a caer una y otra vez en las mismas trampas de la vida y a descubrir que la locura radica en todos y que es lo que escondemos en nuestros cajones y closets de un mundo que nos juzga lo que realmente debe aterrorizarnos.
Chicos o grandes el miedo vive en nosotros y las nuevas películas y series reviven escenas ya vistas que nos erizaron los pelos años atrás y nos mantienen alerta, que hacen que por las noches, cuando oímos un ruido en casa nos preguntemos si un ladrón entró, o un asesino serial, o será un fantasma o un alien… y la lista sigue. Por lo pronto hay algo seguro en mi vida: es el año 2017, tengo 35 años y una vez más no puedo dejar de ver de reojo el desagüe mientras me baño, ¡Gracias, Pennywise!

#locreíasuperado #laporratesaluda #yonopiensoflotar

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Sobre el autor

Chio Talavera

Animalista, traductora, compulsiva y con alma pepenadora. Aprendió a temprana edad que "Wear yourself as an armor" es el mejor consejo que alguien puede recibir y vive el día a día sabiendo que aunque vague no está perdida.

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